viernes, 14 de enero de 2011

Carta a ti, que aún no te conozco.......................

Hola. Perdona si te molesto, aunque aun no te conozca, perdona que te quite tu tiempo en una carta que posiblemente nunca leerás, o incluso que nunca te llegara, porque simplemente no te conoceré.
Solo quería que supieras, que si la vida es muy injusta, el amor lo es aún mucho más, es terrible, es tan doloroso como la peor de las torturas físicas de las guerras absurdas de nuestro tiempo o de tiempos pasados.
Perdona si abandono el tratar de conocerte, el tratar de encontrarte, el tratar de amarte, pero es que llevo mucho tiempo saltando de fuego en fuego, saltando de piedra en piedra de las que se usan para cruzar los ríos, y al final, siempre he terminado en sus frías aguas, frías como la soledad que embarga mi alma y mi sentido.
No es que ya no tenga fuerzas para seguirte buscando, es que llegue a un punto en mi vida en el que parece que no hay retorno, y regresar sobre los propios pasos y volver a vivir situaciones pasadas llenas de mas dolor que alegría es duro.
No es que no desee conocerte. Nada me haría más feliz en este mundo que encontrarte y darte todo el amor que tengo guardado, las palabras hermosas cada mañana, la alegría de poder arrancarte una sonrisa, mi fuerte deseo de hacerte feliz, el hacer de cada día un día diferente de los que has vivido, de los que nunca te han ofrecido, de los que siempre has soñado.
Pero…. A veces los sueños, sueños son, y mí búsqueda ha sido infructuosa. He conocido gente vacía de vida como un desierto,  dura de corazón como una piedra, que no le importa jugar con los sentimientos de las personas por su simple satisfacción, venganza, o necesidad.
A veces he estado arriba en la más alta de las nubes, en una increíble felicidad, y horas después he estado sumido en la más grande de las profundidades, porque esa felicidad solo era un espejismo temporal.
Y te he buscado, en sitios que ni imaginarias, en lugares insospechados, en gente conocida y gente desconocida, en lugares en lo que jamás he estado o nunca estaré, en sitios conocidos de la vida diaria, en la noche, en el día, a la luz de las estrellas. Y te he buscado durante la salud, durante la enfermedad, pero no te he encontrado.
Y a veces alzo la mirada y le pregunto a ese Dios inexistente para uno y tan presentes en otros ¿Dónde estás?, ¿Qué tengo que hacer para llegar a ti?, y como siempre no hay respuesta.
Muchos dicen que mientras más se busca menos se encuentra, o que las cosas llegan solas en su momento, pero el problema no es el tiempo ni la paciencia para estas acciones, el problema son las fuerzas, esas fuerzas tan necesarias que hoy no tengo.
Y perdóname, porque quizás algún día leas esta carta abrazada a mí y pienses que estuve a punto de abandonar la posibilidad de hoy tenerte en mis brazos, pero el camino no ha sido fácil, y yo nunca me he rendido, pero en este punto de mi vida, todo es cuesta arriba y el lastre de la soledad es increíblemente pesado, y no tengo fuerzas para caminar, no tengo fuerzas para seguir ese camino que me llevara a ti algún día.
Y si algún día te conozco, y lees esta carta, que sepas, ha sido duro encontrarte, que ha sido duro conquistarte, que ha sido duro sacarte esa primera sonrisa, pero es tan fácil amarte, es tan fácil el quererte, es tan fácil darte mi alma, mi vida, mis ilusiones, es tan fácil darte todo, porque si, ha sido duro llegar hasta tu puerta, ha sido muy doloroso, pero eso me ha hecho valorarte más, saber que la vida da una sola oportunidad de estas en la vida, entre muchas otras falsas, he descubierto que tu eres mi verdad.
Solo espero que si algún día lees esta carta y sientes lo que siento yo, si te identificas con los que siento, si lloras a través de mis palabras y aún estoy en este mundo porque las fuerzas y la cordura no me han abandonado del todo, que por favor me busques, que será fácil encontrarme, que si se que existe una posibilidad de encontrarte volveré a la lucha, volveré al camino, volveré a soportar lo insoportable, porque sé que algún día, solo el brillo de tus ojos reconfortara mis heridas, tu sonrisa hará desaparecer el cansancio y la pesadez en mi alma y volveré a ser feliz.
Se que aun no te conozco, pero el día que lo haga, y leas esta carta, comprenderás porque te amo con devoción, porque te quiero con locura, porque hacerte sonreír y ser feliz es mi destino, porque solo hacerte feliz es mi meta.
Porque no hay nada más grande que el amor que se siente por la persona que se ama, aunque la búsqueda sea terriblemente dolorosa, porque una vez que las dos almas se juntan son una, y ese uno es lo más preciado en la vida.
¿Qué como soy yo?, pues soy una persona normal, buen amigo, muy persona, de los que no llaman mucho la atención hasta que me conoces, dicen que cuando se me conoce se me odia o se me ama, otras personas dicen que soy un vicio, pero las palabras, palabras son y nadie te puede conocer si no busca en tu interior con ganas de saber, con ganas de conocer, con ganas de descubrir realmente como es esa persona.
Sentimental, cariñoso, romántico, apasionado, cosas normales, que quizás hasta la persona más vacía las siente en algún momento de su vida. Claro en sus ideas, soñador, a veces rozando lo tonto de tanta ternura.
Soy solo eso, una persona, pero dispuesta a dedicarse y sacrificarse por ti, por hacer que cuando salgas a la calle brilles con luz propia.
Y cuando te conozca no me cuentes tu pasado, no me cuentes tus tristezas, a menos que lo consideres realmente necesario, pero el pasado, pasado es, y solo me interesa el presente lleno de felicidad, lleno de dedicación a ti, porque el futuro se labra en el presente y es tan incierto.
No me queda más que darte las gracias por tu tiempo. A ti que aún no te conozco, que no sabes quién soy, que estas en algún lugar, alguien que quizás no conozca en esta vida, pero que sepas que te busque, que no descanse, que no me rendí. Hasta hoy…………….



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